Foto: Carlos Palol
T11 espacio creativo

Ilustración: Miriam Barea
T11 espacio creativo
T11 es un proyecto de activación y gestión de espacios realizado con el objetivo de fomentar las artesanías en torno a la madera y la cultura libre a partir de estrategias cooperativistas.
Es un espacio autoconstruido principalmente en madera que está situado en dos naves de la antigua Fábrica de Sombreros de Sevilla, un edificio del siglo XIX con protección patrimonial.
Decidimos validar nuestra propuesta como un modelo capaz de aunar producción local, mantenimiento y cuidado de un espacio simbólico de la ciudad, y reactivación de un área que el turismo está degradando para sus vecinas.

En T11 espacio creativo se diferencian tres líneas que se complementan y apoyan.
Coworking, un espacio de trabajo que ocupa una nave diáfana con cubierta a dos aguas de más de doscientos cincuenta metros cuadrados
Taller, que cuenta con algo más de trescientos metros cuadrados con un área destinada a la maquinaria estacionaria de uso cooperativo y otra para los bancos de trabajo de carpintería.
Aula polivalente, espacio versátil de uso para múltiples actividades, formaciones, ocio, presentaciones… Es una sala diáfana de treinta y cinco metros cuadrados.
La Fábrica de Sombreros
La Fábrica de Sombreros se sitúa en la zona norte del casco histórico de Sevilla vinculada al área de la calle San Luis, siendo una pieza que conecta esta importante vía a través de Castellar con la calle San Blas. Iniciada en 1886, durante años fue uno de los principales empleadores para los vecinos y, especialmente, las vecinas del entorno cercano.
En este entorno mantienen su producción hasta el año 2005 cuando se traslada definitivamente a la cercana localidad de Salteras, donde siguen produciendo en la actualidad. La adquiere la inmobiliaria Tempa, pero la protección patrimonial al uso y a la fisonomía de la Fábrica ha hecho difícil su explotación inmobiliaria por lo que fue descuidada durante años.

Antes de instalarnos nosotros, la ciudadanía hizo varios intentos para apropiarse de ella y ponerla en uso entre 2006 y 2009 pero desde entonces ha estado en estado de semi abandono hasta la entrada de nuestro proyecto, T11, en agosto de 2018.



Inicios del proyecto T11 espacio creativo
La cooperativa Tejares Once nace en 2013 cuando una serie de carpinteros deciden experimentar con una fórmula cooperativa para la adquisición de maquinaria y espacio de trabajo, facilitando así tener en el espacio propio de trabajo un rango de tecnologías a las que no podrían acceder individualmente y un espacio de trabajo mucho mayor al que en el aspirar.
Su implantación fue con el arrendamiento de una nave en un corralón industrial de la calle Tejares, en el barrio de Triana, lo que le dio nombre a la iniciativa. Pero a final de 2017 se inició el desmantelamiento del corralón, que tras su recalificación en el Plan General de Ordenación Urbana de 2006 podía convertirse en residencial, e iniciamos la búsqueda de un nuevo entorno en la antigua Fábrica de Sombreros de Fernández y Roche.
En esta nueva ubicación el proyecto toma el nombre de T11 espacio creativo.
La situación precaria de los proyectos fundadores de la cooperativa Tejares Once les hizo ser innovadores también en sus metodologías desde su origen.
Así la financiación se hizo a través de microcréditos y la implantación se hizo paso a paso, empezando por la electricidad trifásica y las maquinarias estacionarias para madera que les permitieran adecuar el espacio a sus necesidades.
Por el perfil de los cooperativistas, todo fue construido en madera, con sistemas de construcción inspirados en los montajes para cine y televisión, y los trabajos especializados (electricidad, fontanería, sistemas de aspiración) fueron aprendidos por los miembros de la cooperativa.

La asunción en primera persona de toda esta actividad conllevó un comienzo lento pero a la vez un mayor grado de libertad respecto a los vaivenes inmobiliarios.









En el traslado entre ambas fases del proyecto pudimos desmontar entre cinco personas todo lo construido en la nave del corralón de Tejares gracias al proceso de auto construcción llevado a cabo cinco años antes, incluyendo electricidad, aislamientos o fontanería.
Replicando a la película colombiana La estrategia del Caracol (1993) arrastramos en este traslado todos los enseres construidos en la nave trianera con el objeto de reactivarlos en nuestra nueva ubicación.
En agosto de 2018 se realizó la mudanza a nuestro enclave actual en dos de las naves principales de la antigua Fábrica de Sombreros donde la mayor parte de la intervención se han reciclado del proyecto inicial. Por un lado, la nueva ubicación supuso un cambio en lo formal. En lugar de una gran nave en la que compartimentábamos un habitáculo para trabajo limpio, en este caso contábamos con dos naves unidas por un descansillo.
Esto nos permitió darle más espacio a una necesidad que habíamos percibido en la anterior localización: la pujanza los proyectos relacionados con la cultura libre del espacio limpio se encontraba limitada por el escaso volumen que se había estimado que demandaría.
Este ha sido una factor muy importante de cara a la expansión del proyecto. También ha mejorado la solvencia económica del mismo ya que ha multiplicado los ingresos fijos, teniendo la cooperativa una menor carga mensual.

Nuestra visión
T11 espacio creativo surge por y para las artesanías de la madera. El resto del armazón – aula, coworking, actividades – son instrumentos que utilizamos para hacer saludable el trabajo de estas artesanías.
Por saludable entendemos que se puedan hacer con unos gastos de partida controlados que nos permitan cuidar nuestras capacidades físicas y mentales.
Somos hijos de la crisis. Nos gustaría, por tanto, reivindicar T11 espacio creativo como un espacio que posibilita un trabajo de alta calidad vinculado a los oficios de la madera.

A pesar de la falta de apoyo de las administraciones públicas, en T11 espacio creativo hemos logrado mantener los precios para los artesanos muy por debajo del precio de mercado, lo que facilita su sostenibilidad y mejora su calidad de vida.
Esta protección se evidencia en los ingresos de la cooperativa. En el año 2022, el taller de madera supuso el 27% de los ingresos totales pese a ocupar más de la mitad de la superficie.
En el año 2023, estos ingresos no llegaron al 25% del total. Es decir, son el resto de actividades las que facilitan que un puesto de trabajo en nuestra carpintería sea económico.
El modelo, espacial y de gestión, es el que facilita que pueda darse una industria primaria como la de la madera en pleno casco histórico de Sevilla pese a la presión inmobiliaria derivada de la turistificación.






El otro valor ha sido hacer partícipe a toda persona que se unía a T11 de proyectos que les importen, como saberse valiosos para la comunidad de un barrio que llevaba un tiempo sin carpinteros o el estar presentes en la propia rehabilitación de la Fábrica. Nuestro proyecto muestra que se pueden generar inercias diferentes a la industria turística en la pequeña escala.
Cuando nos instalamos en la Fábrica apenas había tres iniciativas instaladas. Todas con un grado de exposición al exterior muy bajo por la gestión llena de irregularidades de los propietarios.
Nuestra llegada y apuesta por el espacio hizo que año y medio después, antes del confinamiento por la pandemia, hubiéramos mapeado hasta treinta iniciativas, todas relacionadas con oficios artesanos.
Nos colectivizamos bajo el nombre de asociación cultural La Sin Sombreros y, aunque ha decrecido la ocupación últimamente por la mala gestión de la propiedad, el espacio ha sido redescubierto por el vecindario.
El patrimonio de la antigua Fábrica de Sombreros de Fernández y Roche debe parte de su valor a la familia que promovió esta industria, pero también a sus trabajadores y al barrio que se amoldó a ella a su alrededor.
T11 sirve para reclamar que este valor acumulado en más de cien años también puede revertir en proyectos que aúnen el apoyo a las artesanías locales, que complementen los servicios que el barrio ofrece a sus vecinos y que sean capaces de convivir con la Sevilla contemporánea.
En la construcción y defensa pública de esos programas empieza la labor de la arquitectura con nuestros patrimonios.












































